La balanza de pagos es un documento contable en el que se registran todas las transacciones que se realizan entre los residentes de un país y los del resto del mundo durante un periodo determinado, normalmente un año.
En primer lugar, registra las operaciones con mercancías (importaciones, exportaciones) y las transacciones llamadas invisibles (turismo, seguros, transferencias de diverso tipo). También indica los movimientos de capitales (inversiones en el extranjero, por ejemplo). El saldo de las liquidaciones hechas al extranjero y de los pagos de éste puede ser positivo o negativo. Indica la situación de acreedor o deudor. En caso de déficit, debe intervenir el sistema bancario. Entonces se produce una salida de divisas o de oro monetario. Un déficit crónico de cierta importancia amenaza directamente la economía del país; en ese caso, la devaluación se hace inevitable.
Actualmente, los países y sus economías se encuentran interconectadas con las de otros países, manteniendo así un sinfín de relaciones económicas y financieras entre ellos.
Por tanto, es muy importante disponer de esta balanza donde se ve claramente si un país está equilibrado en cuanto a sus ingresos y pagos. El equilibrio deseado sería una balanza de pagos igual a cero. El resgistro de estos datos lo realizan los Bancos Centrales de cada país.
Composición de la balanza de pagos
La balanza de pagos está divida en subgrupos que engloban todas las transacciones dinerarias entre el país en cuestión y el resto:
- Cuenta corriente.
- Balanza comercial
- Balanza de servicios
- Balanza de rentas
- Balanza de transferencias.
- Cuenta de capital
- Cuenta financiera
- Cuenta de errores y omisiones
Cada uno de estos subgrupos tiene un saldo determinado que consiste en la diferencia entre sus ingresos y gastos generados.
- Tellez Silva Laura Monserrat
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